Hay quiénes no lo consideran un deporte pero se equivocan. Ejecutando un ejercicio de sincronizada haces el mismo, o incluso más ejercicio que jugando un partido de fútbol. El tema es que no es solo un deporte. La sincronizada es también un arte y un gran ejercicio de creatividad por parte de coreógrafos, entrenadores, equipos encargados de la música y hasta los diseñadores de los bañadores y la puesta en escena.
Cuando hablo de creatividad en el deporte, en especial en la sincronizada, me refiero a la capacidad de algunos de crear o desarrollar acciones de juego que no corresponden a lo estricto, a lo clásico. Por lo tanto, no puedo decir que todos los equipos que practican este deporte sean creativos.
Anna Tarrés (entrenadora del equipo español de natación sincronizada), por ejemplo, ha introducido una nueva forma de practicar este deporte. Su capacidad de crear, la creatividad que contienen sus ejercicios se puede observar claramente en cualquiera de sus nuevas transiciones, ejercicios, figuras y saltos que año a año nos sorprenden.
Para mi, sin duda, los dos ejercicios que podéis ver en este post son de las coreografías más originales, diferentes y creativas que he visto en los últimos años.
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